En pocas palabras

Imagínate esta escena: es agosto de 1936 en la ciudad de Granada, al sur de España: cuna de gitanos bailadores de flamenco, impresionantes arcos de piedra típicos de la arquitectura islámica antigua, y tierra natal de Federico García Lorca. Lorca es un apasionado poeta y dramaturgo que cree en el poder transformador del arte. Es ferviente defensor de su obra, se niega a ocultar sus opiniones políticas y hasta se declara gay en público.

El problema es éste: el país entero se encuentra dividido por una horrible guerra civil. Por un lado, la iglesia católica, gran parte del ejército español y comerciantes unieron fuerzas para derrocar al gobierno socialista republicano, que ha reunido a sindicalistas, intelectuales, artistas y otros liberales, e incluso a algunos extranjeros voluntarios, para luchar. En el consiguiente hilo de violencia, las familias se separan, los hermanos se pelean entre sí y muchos civiles inocentes pierden la vida. Todo tiene muy mala pinta.

Así y todo, Lorca sigue escribiendo y fomentando sus creencias socialistas en su obra. Pero su equipo no va ganando. Para nada. Entonces, un buen día, unos soldados del partido Nacionalista conservador se aparecen en su casa. Lorca es arrestado y ejecutado; nadie, hasta el día de hoy, lo ha vuelto a ver.

¿Qué tipo de poema puede hacer que te asesinen? Pues éste: "Romance sonámbulo", uno de los poemas más populares de Lorca que representa de forma magnifica su pasión por su país, por su pueblo y por el poder supremo de la imaginación. Está pensado para alborotar e ir contra la corriente de la poesía tradicional.

Publicado en 1928, apenas 8 años antes de la muerte de Lorca, este poema surgió como parte de una colección de obras que celebraban la pasión y la intensidad de los gitanos que, hasta el día de hoy, bailan en las cuevas de las laderas que rodean la ciudad natal del poeta, Granada.

Tiene pasión y tiene amor; también desilusión, frustración, la amenaza de violencia y la promesa de salvación. En verdad, este poema lo tiene todo, y es contado a través de la imaginación loca de un artista visionario con un poder y un talento tales que sus enemigos decidieron matarlo en vez de dejar que su voz se siguiera oyendo. Pero no pudieron matar su espíritu, que vive en sus obras hasta el día de hoy, en especial en "Romance sonámbulo".

¿Y a mí qué?

¿Alguna vez te enamoraste? ¿Alguna vez deseaste tener algo que estaba fuera de tu alcance? No importa si fue una galleta, un auto o el/la líder del grupo de debate de tu escuela, asumimos que querer algo que no puedes tener no es una experiencia nueva para ti en lo absoluto.

¿No es esta una sensación horrible? Cuando quieres algo con toda el alma, pero simple y sencillamente no lo puedes tener, ¿qué puedes hacer? Si eres como nosotros, te encierras en tu habitación y te pones a escribir en tu diario íntimo o blog. (Lo sentimos, pero no puedes espiar porque tiene contraseña). O vas a quejarte con tus amigos. O comes muuucho, muuucho helado. O las tres cosas. Sí señores y señoras, todos hemos pasado por esa triple tragedia alguna vez.

Pero, ¿y si pudieras convertir esos sentimientos en algo hermoso? ¿Y si pudieras tomar toda esa energía de frustración acumulada, mezclarla con una cantidad bien saludable de imaginación y dejar volar la creatividad? Pues bien, eso es lo que hizo Federico García Lorca en su poema "Romance sonámbulo". En el fondo es la historia del deseo frustrado, algo con lo que todos nos sentimos identificados. Pero aun así, el poema toma una sensación común y corriente y la convierte en un viaje loco y psicodélico a través de un hermoso y delicado paisaje onírico.

Cuando el mal tiempo vino a Lorca, él puso más que buena cara. Este poema es el equivalente a hacer picnic en el parque en un día de tormenta. En síntesis, se trata de una experiencia única que eleva las emociones cotidianas a un nivel mítico. Así que léelo; no solo te hará sentir mejor saber que todos hemos tenido ese sentimiento alguna vez, sino que quizá hasta te inspire a hacer algo al respecto.

Frase Clave

Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas. (10-12)