Cumbres Borrascosas

Cumbres Borrascosas

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Para esta guía, usamos la traducción de e-artnow.
Puedes encontrarla aquí.

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En pocas palabras

Eduardo e Isabel, les presentamos a Heathcliff y Catalina.

Así es: antes de The Walking Dead, Crepúsculo, Buffy, la cazavampiros y El diario de los vampiros, vino Cumbres Borrascosas.

A primera vista, Heathcliff no se parece a los vampiros que hoy por hoy conoces y adoras (o detestas), pero esconde muchísimo más que la mayoría de ellos. Nomás para que sepas.

Publicada en 1847, Cumbres Borrascosas se centra en el amor pasional y destructivo que existe entre sus dos personajes principales, creados por Emily Brontë: la bellísima y testaruda Catalina Earnshaw y su alto, oscuro, apuesto y taciturno héroe/malvado, Heathcliff.

Olvídate de las cenas románticas a la tenue luz de una vela, del vino y de las rosas. El amor de Catalina y Heathcliff existe en un plano totalmente distinto: un mundo donde abundan los espíritus, los cadáveres, la comunión (o posesión) de las almas y la venganza. Y hablando de venganza, de alguna forma, Heathcliff (que le guarda bastante rencor a su familia adoptiva, al amor de su vida y a sus vecinos) hace de cada venganza se vea como un juego de niños.

A medida que leas la historia, ten en cuenta lo siguiente:

  • Se trata de una novela del siglo XIX. Si tienes aunque sea una mínima idea de la literatura del siglo XIX, entonces reconocerás las oraciones largas y complejas, las descripciones súper detalladas y un vocabulario que parece sacado de un libro de estudio para el SAT. Si por casualidad no identificas este tipo de literatura, piénsalo así: la trama y los personajes son tan absorbentes que te olvidarás enseguida de cualquier dificultad que puedas tener con el idioma. Y al final, habrás recibido una dosis fuerte de preparación del SAT sin tener que agonizar con los exámenes de práctica.

  • Los nombres. Si te preguntas por qué la repetición de nombres, no es que Emily Brontë fuese poco original. Sólo es necesario echarle un vistazo a la trama para darnos cuenta que la autora podía imaginarse lo que quisiera. Pero la repetición de los nombres tienen una explicación, y la veremos a su debido tiempo.

  • Si lees Cumbres Borrascosas podrás fanfarronear ante todos los amigos que creen que el tema de los vampiros empezó con Buffy. Mediocres.

Si bien Cumbres Borrascosas se considera un clásico, la novela no fue siempre tan popular. De hecho, cuando salió por primera vez, hubo todo tipo de malentendidos sobre la autora, ya que Brontë la publicó bajo el seudónimo Ellis Bell. Los lectores pensaron que el libro había sido escrito por la misma autora de Jane Eyre, el cual tuvo gran acogida del público porque los personajes son mucho más agradables. Al fin y al cabo, resultó ser que fue la hermana de Emily, Charlotte, quien escribió Jane Eyre... bajo el seudónimo Currer Bell.

Para dejar todo bien claro, Charlotte escribió el prefacio a la edición de Cumbres Borrascosas de 1850 y aprovechó para responder a la crítica negativa de la prensa que había tenido el libro. Básicamente, los críticos pensaban que era deprimente, y algunos hasta lo consideraban inmoral. ¡Fue un escándalo!

¿Y a mí qué?

¿Te preocupa que no te guste Cumbres Borrascosas? ¿Te parece que te aburrirás leyendo un libro que tiene más de 150 años? Antes de dejar a un lado la única y exclusiva novela de Emily Brontë, hazte unas cuantas preguntas:

  • ¿Te gustan las historias escalofriantes de casas embrujadas?
  • ¿Y las historias con elaborados planes de venganza?
  • ¿Eres fanático de Edward Cullen, de Crepúsculo? (Porque antes de Edward, vino Heathcliff).
  • ¿Crees que existen las almas gemelas?
  • ¿Estás cansado de leer historias en las que la chica termina casándose con un Príncipe Azul o un Romeo?

Si respondiste que sí a alguna de estas preguntas, nos atrevemos a decir que cuando empieces a leer Cumbres Borrascosas no podrás parar. Es un libro apasionante, lleno de actos macabros, espíritus, amor apasionado y venganza. Quizás habrás oído decir que el protagonista, Heathcliff, es un ídolo romántico, oscuro, taciturno y obsesivo. No cabe duda de que el tipo no es ningún Príncipe Azul. Emily Brontë cambió por completo el estilo del heroísmo romántico e hizo a Heathcliff repugnante, cruel y, aun así, sexy y comprensivo. Ciento cincuenta años después, la cultura popular sigue obsesionada con los personajes como Heathcliff. (Edward Cullen, ¿te suena?).

Frase Clave

"Por lo moreno, parecía un gitano, pero tenía las maneras y la ropa de un hombre distinguido y, aunque also descuidado en su indumentaria, su tipo era erguido y gallardo" (1.14).