Xius

La otra víctima

Algunas personas tienen mala suerte. No, no estamos hablando de Santiago, aunque es obvio que es muy desafortunado. Hablamos del viudo Xius. A nadie le importa que Bayardo San Román haya matado al pobre viejo al robarle su hogar y su felicidad.

En una novela llena de matrimonios por conveniencia, Xius es la única persona que realmente parece enamorado de su esposa. Su esposa está muerta, los recuerdos de ella están en la casa que compartieron. Pero hay un problema, es una casa hermosa y el ricachón del pueblo la desea.

Como Ángela y su familia, Xius siente que no tiene otra opción.

Cinco minutos después, en efecto, volvió al Club Social con las alforjas enchapadas de plata, y puso sobre la mesa diez gavillas de billetes de a mil todavía con las bandas impresas del Banco del Estado. El viudo de Xius murió dos años después. "Se murió de eso —decía el doctor Dionisio Iguarán— estaba más sano que nosotros, pero cuando uno lo auscultaba se le sentían borboritar las lágrimas dentro del corazón". (2.37)

Xius murió de un ataque al corazón. ¿Hay algo más triste en el mundo? Sin embargo, nadie va tras Bayardo. Nadie lo culpa de nada. Es natural. Es el destino. La gente rica le quita a los pobres, así como así.

Todo esto demuestra que si un pobre viejo muere, a nadie le importa. Tienes que ser rico, joven y apuesto para que todo el pueblo se preocupe por tu muerte. Es triste, pero no deja de ser real.