Resumen de Un lunar en el sol

Resumen de Un lunar en el sol

Cómo se desenvuelve la historia

En la obra, que se ubica en el periodo de la posguerra, la familia Younger enfrenta su propia guerra contra el racismo en un barrio bajo de Chicago. La complicada historia de tensión racial entre los negros y los blancos en Estados Unidos se entreteje en la vida cotidiana de los Younger. Lena Younger, madre soltera (y abuela), su hija Beneatha y su hijo Walter (además de su esposa Ruth y su hijo Travis) viven todos juntos, apretujados en un apartamento de dos habitaciones venido a menos. Según nuestros cálculos, son cinco personas que viven en un espacio construido para tres.

Los personajes no solo sufren las restricciones de espacio en su hogar físico, sino además las que imponen los roles sociales que les fueron asignados. Por ejemplo, Beneatha (Bennie), de ideología social progresista, estudia para ser médica, muy a pesar de la presión económica que le impone su carrera a la familia, de bajos ingresos. Walter trabaja de chofer para un hombre blanco, pero sueña con poner una licorería con sus amigos y así ganar más dinero para mantener a su familia. Su esposa, Ruth, ni siquiera expresa sus propios deseos: se la pasa limpiando para el resto de la familia, al igual que lo hace en las otras casas donde trabaja. Al principio de la obra nos enteramos de que está embarazada, lo cual complica aún más la situación familiar. No les alcanza para alimentar otra boca, así que Ruth se prepara para hacerse un aborto.

Pero los Youngers tienen la posibilidad de empezar una nueva vida. La familia recibirá diez mil dólares por correo, y Lena debe decidir qué hacer con el dinero. Bennie espera que le ayuden a pagar la matrícula; Walter quiere pagar la seña de la licorería y Ruth solo quiere la felicidad de su familia. Luego se dan tres acontecimientos importantísimos: primero, Lena decide comprar una casa para la familia… en un barrio de blancos; luego, le encarga el resto del dinero a Walter, pidiéndole que guarde una buena parte para la matrícula de Beneatha; y por último, Walter pierde todo el dinero en una estafa que tiene que ver con la licorería. La moral de la familia, que estaba por las nubes, se les baja al suelo de un sopetón.

Después llega un hombre blanco, Karl, que quiere comprar la casa nueva a los Younger. Walter piensa que rendirse ante las fuerzas del sistema es la única forma de sacar un poco más de plata para su familia. La obra llega a su clímax en este momento, en el que Walter debe decidir entre defender los derechos de la familia o defender su ego y su función de jefe de hogar. Por suerte para los Youngers (y para la historia de Broadway), decide luchar por los derechos de la familia y rechazar la oferta de Karl. Así pues, todos se preparan para mudarse a su casa nueva.