La lotería

La lotería es como un gorila de 800 libras (alrededor de 360 kilos) de símbolos en esta historia. Basta con leer el título, ¡por el amor de Dios! ¿Por dónde comenzar? Bueno, comencemos con que la lotería es una manera de desbaratar las expectativas del lector. Después de todo, las comunidades de todos los Estados Unidos practican diferentes tradiciones anuales: la búsqueda de los huevos de Pascua (con sus orígenes en rituales de fertilidad), la decoración del árbol de Navidad (revisa los árboles de las tribus germánicas) o los fuegos artificiales del 4 de julio (bueno, esta simplemente celebra la adopción de la Declaración de la Independencia...). En fin, lo que tratamos de decir es que todos nos sentimos cómodos con los rituales anuales y, a menudo, no se sabe bien cómo comenzaron estas tradiciones. ¿Ven cómo la tradición oscurece la historia de los rituales públicos?

Bueno, regresemos a la lotería. Entonces, asociamos la lotería con cosas buenas (¡ganarse el gordo!) y las celebraciones anuales también son festivas. Hablamos de esto en "¿Qué pasa con el título?" (en inglés), por lo que aquí solo diremos que, al igual que en este floreciente y alegre pueblo, en la lotería tampoco hay nada que sugiera inmediatamente algo malo con este montaje. La lotería, de hecho, opera como una alegoría de la vida de pueblo: al principio parece inofensiva, pero luego comenzamos a preguntarnos qué es lo que pasa con todas esas risas contenidas y las pilas de piedras.

Entonces, si la lotería es una alegoría de la comunidad, sus reglas y procedimientos de alguna manera deberían corresponderse con los elementos reales de una sociedad pueblerina; es decir, si Jackson estuvo dispuesta, en forma meticulosa, a darles nombres muy simbólicos a tantos personajes, entonces debemos suponer que es igual de cuidadosa al desarrollar la lotería como una alegoría.

Algo sorprendente es que, en la lotería, los habitantes del pueblo son, en primer lugar, desglosados en familias. Los jefes de familia participan por la familia completa, y todo el grupo tiene que acatar el resultado. Pero —y aquí se pone interesante la cosa—, ¿no es cierto que siempre somos clasificados por familias? La familia, esté compuesta por padres con hijos, matrimonios o amigos, es la primera unidad de interacción social. Es más, a menudo, tenemos que acatar ciertas normas como familia; los papelitos metafóricos que nuestros padres han elegido en nombre de toda la familia. 

Algunos tenemos suerte en el sorteo y otros no. Tan pronto como nos aparecemos en la plaza, tan pronto como consentimos participar en la sociedad, nos exponemos a la posibilidad de cometer errores catastróficos. Hasta el adinerado Joe Summers y el poderoso Harry Graves tienen que elegir un papel: todos estamos sujetos a los caprichos de la suerte que representa la lotería. Y, a larga, todos nosotros vamos a morir (aunque lo único que podemos esperar es no morir apedreados). Por lo tanto, la lotería no solo aborda el tema de la suerte en la vida, sino también la naturaleza repentina e inesperada de la muerte. 

Y hablando de todo esto de la casa y la familia ¿no parece extraño que sea siempre el hombre de la casa el que participa? Y cuando no lo hacía el hombre de la casa, como en el caso de las familias Dunbar y Watson, las circunstancias eran tan curiosas que los habitantes del pueblo hacían ciertos comentarios, que nos permitían enterarnos de que, por ejemplo, el señor Dunbar está en casa con una pierna quebrada y que el niño Watson está ya grandecito de modo que podría participar por su mamá, ahora que su padre está misteriosamente ausente. La norma que vemos aquí es que cada hombre literalmente elige su propia suerte, pero también la suerte de su familia. Las mujeres no tienen voz ni voto en estos asuntos, lo que refleja la naturaleza patriarcal de los valores tradicionales de esta sociedad.

Sin embargo, cabe señalar que, si bien son los hombres quienes desempeñan un papel activo, sus mujeres participan en el evento de muy buen grado. Así, aunque la tradición mantiene a las mujeres en un lugar de poco poder, ellas parecen apoyar su inferioridad como algo tradicional.

Los orígenes de la lotería son turbios; ni siquiera el viejo Warner sabe dónde comenzaron. Su asociación de la lotería con la abundancia del maíz nos sugiere que comenzó como una especie de sacrificio humano público, en el que el sacrificio de una persona aseguraría una cosecha copiosa. Ahora "Los objetos originales para el juego de la lotería se habían perdido hacía mucho tiempo…" (5) y hay una amnesia general de cómo se preparaba antiguamente la lotería (¿había antes una canción, un discurso, un saludo ceremonial?). Pero ¿cómo puedes detener algo cuando no sabes cómo comenzó? Sin un sentido de la historia, la lotería se ha convertido en un acto vacío por completo, uno que debe terminarse a tiempo para regresar a casa "a almorzar" (1).

Que no exista un origen de la lotería plantea una pregunta ética muy profunda: obviamente, no sería algo bueno que la lotería hubiera comenzado como un sacrificio humano, pero, al menos, tendría algún tipo de lógica. En esta historia, observamos que el señor Graves ayuda a Davy Hutchinson a elegir un trozo de papel de la caja negra, vemos que los niños recolectan sus piedras: los entrenan para que vean la lotería en forma tan natural como sus padres. De hecho, se los instruye en el salvajismo. La lotería se perpetúa por completo, no hay necesidad de explicar nada (consulta en la sección "Análisis del personaje" el apartado sobre el viejo Warner para obtener más información acerca de este punto).

Quizá los niños reciban la lotería con tanto entusiasmo porque la esencia del ser humano es ser brutal y salvaje, pero la lotería le da un reconocimiento institucional al asesinato que, de otra forma, no sería permitido. La sociedad le está enseñando a los niños a matar. Además, no podemos ignorar la proximidad de la publicación de esta historia con la Segunda Guerra Mundial. No queremos enfatizar demasiado este punto, pero sí creemos que es legítimo preguntarse si la experiencia de violencia masiva en esa escala no pudo haber llevado a Jackson a hacer un comentario respecto de la forma en que la sociedad transmite la violencia de una generación a otra. Para más datos sobre este tema, consulta nuestro análisis de personajes correspondiente a "Los niños".