El señor (Harry) Graves

El señor (Harry) Graves

Puede que el señor Summers actúe como si fuera el Hombre del pueblo, pero todavía tiene que prestar juramento al misterioso señor Graves. Este señor Graves jamás es descrito y es una persona de pocas palabras, lo que, en una historia corta pero con muchos diálogos sería como poner un aviso de neón apuntándolo a él con la palabra "¡Símbolo!". Y, de verdad, Jackson no anda con sutilezas de diálogos: el nombre del tipo es Graves, gente. Hay una razón por la que él es la última autoridad en la lotería del asesinato: su nombre es a donde el "ganador"de este ritual debe ir ("grave" en inglés significa "tumba" en español).

El señor Graves es el administrador de los correos del pueblo, una posición que le da un enorme poder ya que controla las comunicaciones del lugar con el mundo exterior. Quizá sea la importancia de su trabajo lo que lo convierte, literalmente, en una persona con autoridad en el pueblo. Recuerda que fue el señor Graves quien trajo el taburete de tres patas para poner la caja negra y es el señor Graves quien le da el derecho al señor Summers a conducir la lotería.

Como todo lo que sabemos del señor Graves son su nombre y el título de su trabajo (y que está casado, lo cual pareciera ser una condición para ser respetado en este pueblo), ambos datos tienen que ser importantes. Quizás sea el trabajo de administrador de correos lo que le da el poder en este pueblo ficticio, pero, sin duda, es su nombre, que no presagia nada bueno, lo que le da el poder simbólico como personaje de la historia.

Creemos que es significativo el hecho de que el señor Graves se aparezca con el taburete para montar allí la caja negra, hacer jurar al señor Summers y luego alejarse de la historia, a pesar de su aparente importancia. Aunque la naturaleza de la lotería queda flotando en el aire, todo lo que vemos es al señor Summers (la superficie simbólica del ritual) presentando la lotería como cualquier otro pequeño evento de pueblo, como los bailes de plazas o los grupos de adolescentes. Sin embargo, cuando el señor Graves sí se mete en la narración, sus apariciones son acompañadas por pistas sospechosas de la verdadera naturaleza de la lotería.

Recuerda que, cuando el señor Graves viene directo a tomar el papelito (a instancias de su esposa; se habla de la posición de las mujeres en esta historia en "Símbolos, imágenes y alegoría"), tenemos un indicio explícito de malestar: "entre los reunidos había numerosos hombres que sostenían entre sus grandes manos pequeñas hojas de papel, haciéndolas girar una y otra vez con gestos nerviosos" (28). Cuando le toca al señor Graves, el narrador hace un acercamiento y vemos el miedo de todo el pueblo, presagiando la naturaleza brutal de la lotería; después de todo, lo que está en juego en la lotería es la tumba, el secreto descubierto. 

Más ominosa aún es la aparición del señor Graves en el último párrafo de la historia. Justo cuando nos enteramos de que los Hutchinson "ganaron" una lotería que Tess Hutchinson realmente no quiere, de repente, aparece de nuevo el señor Graves para tomar el papelito del pequeño Dave Hutchinson de su puñito cerrado y abrirlo. Dave lo mira "desconcertado" (69). Quizá sea porque la lotería es la introducción del pequeño a la mortalidad, ya que participa en la muerte violenta de su madre. Parece entonces apropiado que sea Graves quien lo inicie en la brutal lección de vida, muerte y naturaleza humana, que representa la lotería ¿O se trata de la naturaleza humana? Para obtener más información sobre la causalidad de la lotería, consulta "Símbolos, imágenes y alegoría"