Elisenda

No querrás meterte entre Elisenda y sus zapatos de tacón satinados. Es la esposa de Pelayo, el hombre que halla al anciano alado, y está claro que sabe ganarse las habichuelas, por así decirlo.

La dama de hierro

Ante todo, Elisenda es una astuta y ambiciosa mujer de negocios. Suya es la idea de empezar a cobrar la entrada para ver al hombre viejo/ángel, y ella y su familia se hacen ricos, según los estándares de la comunidad, con las ganancias del negocio. Lo que está claro es que sabe cómo gastar ese dinero:

"Elisenda se compró unas zapatillas satinadas de tacones altos y muchos vestidos de seda tornasol, de los que usaban las señoras más codiciadas en los domingos de aquellos tiempos. El gallinero fue lo único que no mereció atención".

Sobre la base de esta descripción, sabemos que Elisenda busca resaltar su atractivo, le preocupa su apariencia y lo que piensen los demás de ella. También intuimos que es bastante egoísta y que está dispuesta a aprovecharse de la gente que la rodea para conseguir lo que quiere, sobre todo si esa gente está encerrada en un gallinero. Hmm, esto no pinta nada bien.

Nada de dádivas

¿Por qué Elisenda es víctima de tantas acusaciones? Pues bien, ella nos permite ver una forma de tratar con las cosas que se salen de la normalidad, como lo extremadamente viejo, pobre o extraño. Para ella, una vez cumplido su cometido económico, el hombre viejo no es más que un estorbo. Cuando finalmente se aleja volando, ella siente un gran alivio al darse cuenta de que la criatura fantástica está refundida en su imaginación, en lugar de molestando en su cocina. En otras palabras: es una persona materialista, racional económicamente hablando y falta de imaginación. ¿Te imaginas lo que sería compartir tu vida con ella?

No todo es blanco o negro

Está bien, hagamos de abogado del diablo (o del ángel) y tratemos de analizar a Elisenda desde otra perspectiva. Justo al final del cuento, el narrador comenta que está "exasperada" y "fuera de quicio". ¿Qué es lo que la condujo a ese estado?

Lo cierto es que si lo piensas bien, no debe ser muy agradable tener a un extraño y escalofriante hombre alado arrastrándose por tu nueva casa. Lo único que quiere Elisenda es una vida normal: un marido, un hijo y un lindo vestido de seda; sin embargo, en vez de eso, lo que tiene es un ángel desplumado en su patio. ¿Reaccionarías tú de otra forma?