Treelore

Treelore es el hijo de Aibileen que murió poco más de dos años antes de que empezara la novela. En ese momento, solo tenía 24 años. La forma en que Treelore murió es importante. Aibileen recuerda:

Una noche se quedó a trabajar hasta tarde en el molino de Scanlon-Taylor, cargando troncos en un camión, con astillas que le atravesaban los guantes y se le clavaban en las manos. Era muy bajo para ese tipo de labores, pero necesitaba el trabajo. Estaba cansado y no paraba de llover. Se resbaló de la plataforma y cayó a la carretera. El conductor del camión no lo vio y le aplastó el pecho antes de que tuviera tiempo de apartarse. Cuando me lo contaron, ya estaba muerto. (1.9)

La memoria de Aibileen nos muestra que Treelore, un joven amable e inteligente que escribe un libro sobre sus experiencias en Mississippi, muere sin sentido. Esto se debe principalmente a que Treelore y la mayoría de los otros hombres negros de Jackson tienen acceso solo a los trabajos más peligrosos, más agotadores y de peor sueldo.

Para Treelore y los hombres como él, no existen reglas, leyes ni conductas sociales que lo protejan en el trabajo. Su muerte fue completamente (y trágicamente) prevenible. Pero como lo ilustra de forma sutil el fragmento, a Treelore se le consideraba prescindible y nadie pensaba que su seguridad fuera importante.

Desde la perspectiva de Aibileen como madre de Treelore, la muerte de su hijo es un ejemplo emotivísimo de cuán poco reconocimiento se le muestra a la mano de obra negra en su ciudad. Oír de la muerte de Treelore y enterarse de que estaba escribiendo un libro sobre su vida le da a Skeeter la idea para el libro que eventualmente se convierte en Criadas y señoras.